“Junto a los que acompañan”.
Sabemos que acompañar a nuestros hijos/hijas no es una tarea sencilla, aunado al gran deseo de querer hacerlo de la mejor manera, estamos llenos de las mejores intenciones.
Y durante este camino también estamos llenos de emociones, de preocupaciones e incluso de dudas ante las situaciones y conductas que se pueden presentar.
Junto a ello, existe una gran cantidad de información en nuestro contexto, brindándonos múltiples recomendaciones que se pueden contraponer o estar lejos de nuestras necesidades reales, esto incluso, puede llevarnos a cuestionar nuestras habilidades de crianza.
Ser madre/padre no es una tarea sencilla, acompañamos a diario a nuestros hijos, y en ocasiones podemos tener la necesidad de también sentirnos acompañados.
Un acompañamiento para los que acompañan.
Estar junto a un profesional que pueda escucharme, conocerme y conocer lo que ocurre en una situación específica, puede ayudarnos a transitar las incomodidades de la crianza.
Por fin se puede sentir la contención y el acompañamiento en un caso concreto. Claro que voy a poder encontrar sugerencias útiles que apoyen a situaciones específicas, pero también encontraré herramientas que me permitan conocerme más como madre/padre.
Un panorama desde la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT).
La terapia de aceptación y compromiso tiene como base esencial una orientación centrada en los valores de cada persona, proponiendo una aceptación de todo lo que ocurre bajo nuestra piel, como lo son nuestros pensamientos y emociones.
(Wilson y Luciano, 2002)
Teniendo esto como base, dentro de cada día de acompañamiento podremos descubrir nuestro sentir de una forma más atenta, ante los comportamientos de nuestros hijos y las situaciones ante las cuales nos enfrentamos durante la crianza.
También será parte de conocer mis propias reglas verbales (las formas preconcebidas de ver y vivir el mundo), entenderlas, flexibilizarse y a la par conocer las direcciones valiosas de mi papel como madre/padre que me permitirán crear acciones que me acerquen a ello.
Conocerme para acompañar.
Al entender lo que es importante para mi al momento de interactuar con mi hijo/a y el poder estar presente, detectando mis emociones y pensamientos durante la crianza, me permitirá elegir con mayor apertura entre las opciones de actuación que tengo y poner en práctica la que me acerque más a lo valioso.
Conocer y tener las herramientas, es un gran paso, gestionarse y aprender de nosotros mismos en la aplicación de estas es parte de poner la cereza al pastel.
Amabilidad en este camino.
Y aunque puede ser muy cliché, sé que en lo profundo, de vez en cuando, quisiéramos un manual que nos indicara el camino a seguir; ante esto hay una mala y una buena:
- La mala, no existe y esto nos provocará grandes incomodidades e incertidumbre en el camino, a veces vendrá el pensamiento de querer abortar la misión.
- La buena, al no existir tenemos libertad y apertura para conocernos, para conocer a nuestros hijos, equivocarnos de repente, volverlo a intentar sin desistir, crear una historia propia, que sea eso, tu propio álbum de recuerdos y satisfacciones.
No todo será un camino recto, a veces vendrán curvas y unos cuantos baches, pero créeme que para tu hijo, eres el indicado. Solo seamos amables con nosotros y con los que van a nuestro lado.
Y recuerda siempre, que no conozco a alguien que haya llegado a su propia definición de éxito sin haber pasado por algunas incomodidades en el camino.
Estamos aquí para apoyar a los que acompañan.
Angie
ABAteam
Referencias:
Wilson, K.G y Luciano, M. C. (2002). Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT): Un tratamiento conductual enfocado en los valores. Madrid: Pirámide.